Después de que me dejara todo "niquelado" le estuve hablando de mi blog. No es un gran entendido en vinos, ni le gusta excesivamente, o sea que no suele beberlo... eso sí, como la mayoría de la gente sabe reconocer un buen vino y además, le encanta "picarme". Me comentó que él sólo bebe vino con un amigo de su padre porque le saca unos vinazos excepcionales, de esos de los caros... y lo consiguió, el tío me "picó" y entré al trapo. Al final tuve que tirar de recursos ya que no me valía cualquier vino, o sea decidí elegir uno del Marqués de Griñón, en concreto, un Marqués de Griñón Petit Verdot de 2001. Puesto que no tenía ninguna comida preparada, saqué unos quesos y algo de embutido, es un vino que va muy bien con carnes rojas, pero también marida perfectamente con quesos fuertes y unas buenas chacinas.
El caso es que me lo curré, saqué el vino, lo decanté, lo serví en unas copas de cristal fino... y se lo di a catar... el "elegido" le dio el primer sorbo y me miró con cara extraña... yo pensé, este tío no tiene ni idea... al segundo trago, me miró peor y soltó un ¡macho, esto es vinagre! y se empezó a tronchar de risa... efectivamente, el vino estaba picado. Lógicamente, para que no siguiera mofándose de mi, abrí la segunda botella y el tema cambió... tras seguir el mismo protocolo, me miró y dijo "esto ya es otra cosa...esto es un vinazo" y efectivamente, era el vinazo que yo recordaba.
Lo que pasó tiene una explicación. Es un vino de guarda, es decir, aquel que tiene unas aptitudes adecuadas para su envejecimiento en botella. Es una afición muy bonita guardar el vino y esperar a que llegue a su punto optimo para beberlo, yo lo hago, pero hay que tener en cuanta varios factores a la hora de guardar un vino. Ese fue el fallo, pese a ser un vino de guarda, influyeron varios factores. Ya es un vino de 12 años, lo cual influye, pero teóricamente este vino puede aguantar mucho más tiempo. Fijaros en la foto, las botellas vienen numeradas, esto se hace cuando es una serie limitada de botellas, es decir, suele ser un vino de calidad de pequeña producción. La primera botella es la 279, que fue la que salió buena. La segunda es la 21.977, lo que quiere decir que estaban en cajas separadas. La primera caja pudo estar guardada en mejores condiciones que la otra, bien en la bodega, en la tienda, o en cualquier sitio durante todo el proceso del embotellado hasta la copa. Si a eso le sumamos que mi bodega no es la mejor del mundo... pues pasa lo que pasa.
Hablando ya del vino en concreto, nos encantó, es un vino con una crianza de doce meses en barrica de roble francés, con lo que es potente, pero a la vez muy afrutado y dulce, la primera sensación es como si te metieras un puñado de gominolas en la boca... después se va notando el alcohol y una acidez suave y por último, los tostados que le proporciona la madera. La uva es la Petit Verdot, es una uva francesa que madura mucho más tarde que la mayoría de las otras variedades. En Francia sólo se da en Burdeos y en España en la Sierra de Ronda, en Málaga, y en Toledo, en la finca del marqués situada en Malpica de Tajo, donde elabora sus vinos de la denominación de origen "Dominio de Valdepusa". El precio no es lo mejor, ya pasa de los 25 euros... pero si te gusta el buen vino, merece la pena. La etiquete muy elegante, como todas las del marqués, serigrafiada con su escudo y debajo, un grabado de su finca.
Al final lo pasamos muy bien entre la anécdota, que nos provocó un buen puñado de risas y bromas y los 13 grados, que nos dieron un "puntito" muy divertido. Conclusión: el vino sigue siendo digno de un marqués, muy rico, efectivamente sorprendí a mi amigo, que le encantó, pero como todos los marquesados, hay que cuidarlos y mimarlos... si no se corre el riesgo de que se echen a perder.
Por último, os dejo unos consejos para que no os pase lo mismo que a mi... para que el vino se conserve bien tiene que cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, que el vino sea de guarda, un reserva o un gran reserva, los vinos jóvenes y los crianzas tienen un ciclo de vida mucho más corto en botella y conviene beberlos antes. Otro factor muy importante es el sitio donde se guarde el vino, debe ser un lugar sin oscilaciones térmicas muy fuertes, a una temperatura más o menos constante, entre 10 y 17 grados, con una humedad relativa de 65-80% y sin que le de la luz directamente. Importantísimo, hay que tener mucho cuidado con la posición del vino, normalmente lo guardamos en posición horizontal, que no está mal, de hecho, la mayoría de las bodegas están organizadas así para que el vino esté en contacto con el corcho, aunque lo ideal sería guardarlo en posición vertical, ¡ojo! siempre boca abajo, cuanto más contacto tenga el vino con el corcho, mejor, ya que si no corremos el riesgo de que el corcho se reseque y por consiguiente, no se conserve en buen estado. Siguiendo estas premisas, probablemente dure más tiempo y lo mantengamos en condiciones optimas hasta que llegue el momento de beberlo. Todo esto es muy bonito, pero es caro tener un sitio que cumpla todos estos requisitos, así que un buen truco para no arruinarnos construyendo una bodega en casa, es comprar una buena cava de vinos... ahí lo dejo.
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