De entrantes me curré una tablita de quesos y un micuit de foi, rico, rico. El plato fuerte, roti de añojo al horno con unas buenas papas... pero vamos al vino, que es lo que más interesa. Como dije en mi perfil de Facebook, nos bebimos un ENATE, pues había leído que la bodega ha ganado una medalla de oro en el Concurso Mundial de Bruselas con el vino Enate Chardonnay fermentado en barrica. El de Bruselas es uno de los certámenes más importantes a nivel mundial, pero si os digo la verdad, los concursos de vino me parecen todos un poco tongo... pero en fin, no me quiero meter en ese jardín. Eso sí, también tengo que decir a favor que en este caso, el jurado de Bruselas ha acertado, lo he probado un par de veces y es un vinazo. Para la gente que le gusten los blancos con madera es excelente, pero ya hablaremos de este vino más adelante.
Enate es una bodega de la D.O. Somontano, una denominación de origen que está situada a pies de Los Pirineos, en Huesca. Concretamente anoche nos clavamos un Enate Cabernet-Sauvignon Merlot de 2007. Voy a dejar unas pequeñas pinceladas de estas uvas porque me parecen bastante interesantes. La Cabernet Sauvignon es una uva de origen francés, una de las más conocidas a nivel mundial y utilizadas en los llamados "vinos del nuevo mundo", ya que se adapta muy bien a todo tipo de climatologías. Aunque está súper extendida es una uva relativamente nueva, es un cruce entre Cabernet Franc y Sauvignon Blanc. La Merlot también es francesa, tiene unas características muy parecidas a la anterior, pero es un poco más fina. También se utiliza mucho en los "vinos del nuevo mundo", de hecho, cuando probéis un vino de California o de Sudáfrica, por ejemplo, veréis que es muy raro que no se hagan con alguna de estas dos variedades.
He de decir que el vino me ha sorprendido, da más de lo que esperaba, aunque es suave para las variedades de uva con las que está elaborado es un vino bastante equilibrado y pasa muy bien. Muy bueno para los entrantes, con unos quesos suaves como los que he puesto y el foi, chapó, pero con la carne ya es otra cosa, tampoco era un chuletón ni un cochinillo, pero era una carne lo suficientemente fuerte como para acompañarla con un vino más potente, aunque ya sabéis, para gustos los colores. El precio bien, unos 6 euritos más o menos. La etiqueta es normalita, sobria y sin adornos superfluos.
Conclusión, una noche cojonuda. Haciendo honor al titular de este post, partidazo de La Furia (yo creo que me perdí en el 8-0...), una buena cena, el vino correcto y como colofón, una copita de "Juanito Caminante" charlando de la vida y echando unas risas... después contentos a la cama, que al fin y al cabo es lo que importa.
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