sábado, 29 de junio de 2013

¡Iniesta de mi vida!

Anoche me invitó a cenar una buena amiga para inaugurar su terraza. Los dos tenemos muchas cosas en común y una de ellas es el vino, a los dos nos encanta y cada vez que nos juntamos nos bebemos una botellita... Es una de las personas con las que más me gusta beber vino, le pone muchísima pasión y al igual que a mí, le encanta aprender, con lo que nos podemos tirar horas y horas hablando del tema, y por supuesto, de muchas otras cosas...

Como buen invitado que soy, el vino lo puse yo. Decidí llevar un tinto de la gama Corazón Loco, un vino que me apetecía probar desde hace tiempo, ya que me habían hablado de él en varias ocasiones. Es de Bodega Iniesta, sí, sí, de Andrés Iniesta el jugador del F.C. Barcelona. Cuando se lo dije a mi anfitriona, lógicamente le entró la curiosidad y quiso saber cómo uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo había decidido meterse en semejante tinglado en un momento en el que las bodegas no están pasando por su mejor situación.

No es el primer "famoso" que se aventura a adentrarse en el negocio vitininícola, ya lo habían hecho otros antes, como es el caso de Emilio Aragón, Antonio Banderas, o Carlos Sainz, entre otros, pero según tengo entendido a través de una fuente fiable, los motivos de Iniesta son algo diferentes. Andrés es de Fuentealbilla, un pueblecito de la provincia de Albacete con tan sólo 2.000 habitantes. El caso es que en su pueblo no había mucho trabajo y decidió abrir un negocio para echar una mano y crear empleo. Como Castilla la Mancha es conocida por ser "el viñedo del mundo" decidió montar una bodega. Además, por lo visto es un tío muy querido en Albacete, ya que ha hecho mucho por Fuentealbilla y su provincia, pues para el que no lo sepa, compró el Albacete Balompié cuando estaba prácticamente en bancarrota. A mí, personalmente, todo esto me parece admirable y merece todo mi respeto.

Hablando del vino, Corazón Loco es un tinto joven de 2012, de la denominación de origen Manchuela, una D.O. relativamente reciente, de 1997. Pese a que os dije que prefiero los vinos con madera y que los jóvenes no me suelen apasionar, he de decir que este nos sorprendió, no es un vinazo, pero nos gustó bastante. Es muy posible que nos sorprendiera porque está hecho a base de dos de nuestras uvas favoritas, 50% Tempranillo y 50% Syrah. La última es una uva curiosa, es de origen persa y está considerada como la más antigua del mundo. Es una variedad que se ha adaptado muy bien al suelo de La Mancha, pero también se cultiva en otras regiones de España y se utiliza mucho para elaborar "los vinos del nuevo mundo".

El color del vino es muy bonito, con unos tonos violetas bastante llamativos. La nariz no es lo mejor, engaña, la primera sensación te deja un poco en la duda... pero en boca sorprende. Pese a tener el mismo porcentaje de cada una de las variedades, la potencia y el sabor característico de la Syrah deja un poco "acomplejada" a la Tempranillo, que es mucho más suave... la graduación, la normal en este tipo de vinos, 13,5º. Aunque en la ficha técnica de la bodega recomiendan maridarlo con carnes rojas, embutidos y quesos curados, yo lo veo más para tomarlo con una pasta, o como alguna vez suelo hacer cuando se presenta algún amigo por sorpresa, con con unas buenas pizzas. A alguien le puede parecer una barbaridad esto de las pizzas, pero en este blog se trata de hablar de las nuevas formas de beber vino... y en los tiempos que corren, que todos vamos con prisas, es una buena manera de disfrutarlo.

Por último, el precio bien, aunque quizás un poco caro, en torno a los 6 ó 7 euros, que por ese precio ya tienes algunos crianzas decentes. La etiqueta muy moderna, llama la atención y va muy acorde con el nombre, lo han sabido hacer bien. Lo que más le gustó a mi amiga, los detalles de la cápsula y del corcho, decorados con un corazón... en definitiva, un vino recomendable y eso sí, muy cuidado estéticamente.


lunes, 24 de junio de 2013

Falcó, sigues siendo un grande, pero hay que cuidarse...

Además del vino, otra de mis grandes pasiones es la tecnología, me encanta, pero tengo un problema, no la entiendo. No es que no la entienda a nivel de usuario o que no sepa resolver algún problemilla, lo malo es cuando tienes todos los dispositivos conectados entre si y algo no funciona correctamente, provoca una reacción en cadena y todo empieza a fallar... y ahí es cuando me desespero. Pues bien, la semana pasada me pasó algo así y decidí llamar al "elegido". El "elegido" es un gran amigo mío, le llamo así haciendo un guiño a la película Matrix, ya que es como el protagonista, Neo, porque el tío entiende a las máquinas... y además le encantan los desafíos, cuando más raro es el problema, más empeño le pone hasta que lo resuelve.

Después de que me dejara todo "niquelado" le estuve hablando de mi blog. No es un gran entendido en vinos, ni le gusta excesivamente, o sea que no suele beberlo... eso sí, como la mayoría de la gente sabe reconocer un buen vino y además, le encanta "picarme". Me comentó que él sólo bebe vino con un amigo de su padre porque le saca unos vinazos excepcionales, de esos de los caros... y lo consiguió, el tío me "picó" y entré al trapo. Al final tuve que tirar de recursos ya que no me valía cualquier vino, o sea decidí elegir uno del Marqués de Griñón, en concreto, un Marqués de Griñón Petit Verdot de 2001. Puesto que no tenía ninguna comida preparada, saqué unos quesos y algo de embutido, es un vino que va muy bien con carnes rojas, pero también marida perfectamente con quesos fuertes y unas buenas chacinas.

El caso es que me lo curré, saqué el vino, lo decanté, lo serví en unas copas de cristal fino... y se lo di a catar... el "elegido" le dio el primer sorbo y me miró con cara extraña... yo pensé, este tío no tiene ni idea... al segundo trago, me miró peor y soltó un ¡macho, esto es vinagre! y se empezó a tronchar de risa... efectivamente, el vino estaba picado. Lógicamente, para que no siguiera mofándose de mi, abrí la segunda botella y el tema cambió... tras seguir el mismo protocolo, me miró y dijo "esto ya es otra cosa...esto es un vinazo" y efectivamente, era el vinazo que yo recordaba.

Lo que pasó tiene una explicación. Es un vino de guarda, es decir, aquel que tiene unas aptitudes adecuadas para su envejecimiento en botella. Es una afición muy bonita guardar el vino y esperar a que llegue a su punto optimo para beberlo, yo lo hago, pero hay que tener en cuanta varios factores a la hora de guardar un vino. Ese fue el fallo, pese a ser un vino de guarda, influyeron varios factores. Ya es un vino de 12 años, lo cual influye, pero teóricamente este vino puede aguantar mucho más tiempo. Fijaros en la foto, las botellas vienen numeradas, esto se hace cuando es una serie limitada de botellas, es decir, suele ser un vino de calidad de pequeña producción. La primera botella es la 279, que fue la que salió buena. La segunda es la 21.977, lo que quiere decir que estaban en cajas separadas. La primera caja pudo estar guardada en mejores condiciones que la otra, bien en la bodega, en la tienda, o en cualquier sitio durante todo el proceso del embotellado hasta la copa. Si a eso le sumamos que mi  bodega no es la mejor del mundo... pues pasa lo que pasa.

Hablando ya del vino en concreto, nos encantó, es un vino con una crianza de doce meses en barrica de roble francés, con lo que es potente, pero a la vez muy afrutado y dulce, la primera sensación es como si te metieras un puñado de gominolas en la boca... después se va notando el alcohol y una acidez suave y por último, los tostados que le proporciona la madera. La uva es la Petit Verdot, es una uva francesa que madura mucho más tarde que la mayoría de las otras variedades. En Francia sólo se da en Burdeos y en España en la Sierra de Ronda, en Málaga, y en Toledo, en la finca del marqués situada en Malpica de Tajo, donde elabora sus vinos de la denominación de origen "Dominio de Valdepusa". El precio no es lo mejor, ya pasa de los 25 euros... pero si te gusta el buen vino, merece la pena. La etiquete muy elegante, como todas las del marqués, serigrafiada con su escudo y debajo, un grabado de su finca.

Al final lo pasamos muy bien entre la anécdota, que nos provocó un buen puñado de risas y bromas y los 13 grados, que nos dieron un "puntito" muy divertido. Conclusión: el vino sigue siendo digno de un marqués, muy rico, efectivamente sorprendí a mi amigo, que le encantó, pero como todos los marquesados, hay que cuidarlos y mimarlos... si no se corre el riesgo de que se echen a perder.

Por último, os dejo unos consejos para que no os pase lo mismo que a mi... para que el vino se conserve bien tiene que cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, que el vino sea de guarda, un reserva o un gran reserva, los vinos jóvenes y los crianzas tienen un ciclo de vida mucho más corto en botella y conviene beberlos antes. Otro factor muy importante es el sitio donde se guarde el vino, debe ser un lugar sin oscilaciones térmicas muy fuertes, a una temperatura más o menos constante, entre 10 y 17 grados, con una humedad relativa de 65-80% y sin que le de la luz directamente. Importantísimo, hay que tener mucho cuidado con la posición del vino, normalmente lo guardamos en posición horizontal, que no está mal, de hecho, la mayoría de las bodegas están organizadas así para que el vino esté en contacto con el corcho, aunque lo ideal sería guardarlo en posición vertical, ¡ojo! siempre boca abajo, cuanto más contacto tenga el vino con el corcho, mejor, ya que si no corremos el riesgo de que el corcho se reseque y por consiguiente, no se conserve en buen estado. Siguiendo estas premisas, probablemente dure más tiempo y lo mantengamos en condiciones optimas hasta que llegue el momento de beberlo. Todo esto es muy bonito, pero es caro tener un sitio que cumpla todos estos requisitos, así que un buen truco para no arruinarnos construyendo una bodega en casa, es comprar una buena cava de vinos... ahí lo dejo.



viernes, 21 de junio de 2013

Enate, un buen "partido"

Anoche vinieron unos buenos amigos a ver el partido de la selección, son un matrimonio, de esos amigos de toda la vida... él, al igual que yo, es bastante sibarita y siempre que voy a cenar a su casa me deleitan con deliciosos manjares y excelentes vinos, así que anoche decidí corresponder. Al contrario que él, que es un gran cocinero, de esos chapados a la antigua que hacen unos guisos estupendos (siempre bromeo con que se presente a Masterchef), la cocina no es mi fuerte, aunque cuando me lo propongo me defiendo bastante bien... ¡vale! al final me tuvo que echar una manita... lo reconozco.

De entrantes me curré una tablita de quesos y un micuit de foi, rico, rico. El plato fuerte, roti de añojo al horno con unas buenas papas... pero vamos al vino, que es lo que más interesa. Como dije en mi perfil de Facebook, nos bebimos un ENATE, pues había leído que la bodega ha ganado una medalla de oro en el Concurso Mundial de Bruselas con el vino Enate Chardonnay fermentado en barrica. El de Bruselas es uno de los certámenes más importantes a nivel mundial, pero si os digo la verdad, los concursos de vino me parecen todos un poco tongo... pero en fin, no me quiero meter en ese jardín. Eso sí, también tengo que decir a favor que en este caso, el jurado de Bruselas ha acertado, lo he probado un par de veces y es un vinazo. Para la gente que le gusten los blancos con madera es excelente, pero ya hablaremos de este vino más adelante.

Enate es una bodega de la D.O. Somontano, una denominación de origen que está situada a pies de Los Pirineos, en Huesca. Concretamente anoche nos clavamos un Enate Cabernet-Sauvignon Merlot de 2007. Voy a dejar unas pequeñas pinceladas de estas uvas porque me parecen bastante interesantes. La Cabernet Sauvignon es una uva de origen francés, una de las más conocidas a nivel mundial y utilizadas en los llamados "vinos del nuevo mundo", ya que se adapta muy bien a todo tipo de climatologías. Aunque está súper extendida es una uva relativamente nueva, es un cruce entre Cabernet Franc y Sauvignon Blanc. La Merlot también es francesa, tiene unas características muy parecidas a la anterior, pero es un poco más fina. También se utiliza mucho en los "vinos del nuevo mundo", de hecho, cuando probéis un vino de California o de Sudáfrica, por ejemplo, veréis que es muy raro que no se hagan con alguna de estas dos variedades.

He de decir que el vino me ha sorprendido, da más de lo que esperaba, aunque es suave para las variedades de uva con las que está elaborado es un vino bastante equilibrado y pasa muy bien. Muy bueno para los entrantes, con unos quesos suaves como los que he puesto y el foi, chapó, pero con la carne ya es otra cosa, tampoco era un chuletón ni un cochinillo, pero era una carne lo suficientemente fuerte como para acompañarla con un vino más potente, aunque ya sabéis, para gustos los colores. El precio bien, unos 6 euritos más o menos. La etiqueta es normalita, sobria y sin adornos superfluos.

Conclusión, una noche cojonuda. Haciendo honor al titular de este post, partidazo de La Furia (yo creo que me perdí en el 8-0...), una buena cena, el vino correcto y como colofón, una copita de "Juanito Caminante" charlando de la vida y echando unas risas... después contentos a la cama, que al fin y al cabo es lo que importa.



miércoles, 19 de junio de 2013

MANO A MANO, un vino ligero para una cena ligera

Hoy he inaugurado mi blog, así que de tanto pensar en vino, he decido cenar con uno. Puesto que es miércoles y estamos en plena "operación bikini" me he preparado una cena ligerita, hamburguesa, sin pan, claro, que si no ya no sería tan ligera... acompañada de una mezcla de lechugas, eso sí, todo gourmet.

El vino que me apetecía para esta cena es un MANO A MANO, un vino que probé por primera vez en el restaurante de un amigo hace unos cuantos años y tengo muy buen recuerdo él. Es un vino de la Tierra de Castilla, es decir, de Castilla la Mancha, concretamente de Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, que por cierto, si no lo conocéis os aconsejo que hagáis una visita, es espectacular y con varios siglos de historia... una joyita.

Ya que es una cena ligera, lo mejor es combinarla con un vino ligero como este, es decir, uno joven o un crianza. Yo prefiero los crianzas, ya que me gustan los vinos con madera, aunque también hay jóvenes muy ricos. Los reservas y los grandes reservas me gustan con cenas mucho más contundentes...

El MANO A MANO es de 2007. Es un poco viejo para ser un crianza, normalmente se suelen beber antes, pero lo tenía en mi bodega desde hace tiempo y me ha apetecido abrirla, ya que si no corría el riesgo de que se estropease. Tiene seis meses de crianza en barrica de roble francés, no sé si lo sabéis, pero la mayoría de las barricas están hechas de roble francés o americano, hay diferencias entre ellas, pero eso ya os lo contaré otro día que si no me enrollo... La uva es Tempranillo, la nacional por excelencia, es decir, la uva base de la mayoría de los vinos españoles, o sea que si os gustan los Riojas, probablemente os guste este vino. Como os dije, no os voy a hablar de tecnicismos, pero sí que tenemos que saber que es un vino afrutado, a mi me recuerda a algo así como a mora y un poco a regaliz... y personalmente, me parece bastante jugoso y que deja un sabor laaaaargo... la verdad es que con la hamburguesa a la plancha va muy bien, he acertado, aunque seguro que iría mejor a la brasa...

En general me parece un buen vino, muy rico y recomendable para tomar con una cena ligera, aunque si no os gustan los vinos muy fuertes, también iría muy bien con un buen queso semicurado, con carne a la brasa o simplemente tomar una copita charlando o viendo la tele después de currar. Tiene 13,5 grados, lo normal de un crianza, que es entre 13,5 y 14,5 más o menos. No es caro, cuesta en torno a unos 7€. Acordaros siempre de que el vino hay que beberlo con moderación... yo seguro que esta noche me enchufo la botella entera, ¡pero en eso no me hagáis caso!

Para terminar, además de ser un vino muy correcto, como veis en la foto, la etiqueta es bastante cachonda, me llaman bastante la atención los vinos con las etiquetas curiosas, al fin y al cabo, es lo primero que nos llama la atención a la hora de elegirlo... ¿No?

Nuevos tiempos... nueva forma de disfrutar el vino

Los tiempos han cambiado, y con esto, muchos de nuestros hábitos... yo en concreto os voy a hablar de la nueva forma que tengo de ver el consumo de vino y por supuesto, de vino. No soy enólogo, ni sumiller, ni nada de eso, pero sí que tengo una cosa en común con ellos, me encanta... pero puesto que no soy nada de esto, no os voy a hablar de una forma técnica, sino de mi manera de entenderlo y de disfrutarlo.

Como buen amante del vino, también soy buen amante de la comida, me encanta tomar una buena copita de vino en un bar, o viendo un buen partido de fútbol o simplemente tumbado en el campo observando el paisaje, pero como más me gusta disfrutarlo es pegándome un buen festín con unos buenos amigos.

Nuestros padres y abuelos tomaban vino a diario con la comida o la cena, o ambas dos, les daba igual cuál fuera el vino, les gustaba y ya está. Nuestra generación es diferente, nos hemos vuelto mucho más exigentes, ahora ya no nos vale cualquier vino, hoy en día buscamos un vino con una muy buena relación calidad-precio, y precisamente esto es lo que voy a intentar transmitir en mi blog. No os voy a hablar de Vega Sicilias o Pingus, no cabe duda de que son grandísimos vinos, pero no están al alcance de mi bolsillo... ni al de la mayoría!!!

Si os gusta el buen vino y queréis probar algunos nuevos, no os perdáis mis próximos post, os hablaré de todos los vinos que vaya probando.